El Cine Arte Normandie
Entre 1982 y 2001, el Cine Arte Normandie creó un espacio cultural importante en Santiago, reforzando el creciente interés de jóvenes por el cine, conjunto con quienes ya eran asiduos. Este interés por el cine había sido desarrollado desde los años cincuenta, hasta el quiebre producido por de la dictadura militar (1973 – 1990). En 1982, Sergio Salinas, Alex Doll, Ricardo Estuardo y Jorge Vera, fundaron la empresa administradora Filmoarte Ltda., que transformó el antiguo Cine Normandie en el Cine-Arte que conocemos hoy. Desde sus inicios, fue un espacio cultural de exhibición de obras cinematográficas importantes, películas que no tenían espacio de exhibición en los cines comerciales santiaguinos. El Cine Arte Normandie atrajo entonces a una comunidad de intelectuales, artistas, estudiantes, jóvenes políticos progresistas, periodistas, y cinéfilos (amantes del cine). Se destacan en la labor del cine cuidadas líneas de programación y la difusión de críticas (textos de opinión) que acompañaban la exhibición.
Ubicado originalmente en Av. Bernardo O’Higgins (Alameda) 139, este cine congregó a asiduos a su programación y a los folletos disponibles antes de cada función. De esta manera, el espacio se convirtió en un punto de encuentro obligado y un referente cultural durante toda la década de los ochenta, en un contexto políticamente adverso. Focalizado en la formación de espectadores, el Normandie permitió conocer y reflexionar sobre películas, directores y movimientos cinematográficos, desarrollando una forma de ver el cine y analizarlo. A falta de otros espacios similares en la ciudad, el Normandie se transformó en un punto de encuentro fundamental para la comunidad cultural.
Durante los 1990, el Normandie se enfrentó a nuevos desafíos. La falta de apoyo institucional, así como los cambios sociales y culturales del periodo, provocaron una crisis que amenazó su continuidad. Artistas, intelectuales y amigos del cine se manifestaron públicamente en apoyo al Cine Arte Normandie, que en 1991 cambia de sede y reabrió sus puertas en el sitio que ocupa hoy en calle Tarapacá. En 1996 se creó la Fundación Cinemateca Chilena, asociada al acervo fílmico que el cine había reunido hasta entonces, el que se siguió difundiendo durante este periodo. En esta década hubo algunos cambios en la programación, que abrieron el espacio a nuevas generaciones de críticos, cinéfilos y espectadores, continuando así su vocación formativa.
En el período estudiado, el Cine Arte Normandie se mantuvo como hito inconfundible de la vida santiaguina, resistiendo la llegada de las grandes cadenas comerciales y las lentas transformaciones de la institucionalidad cultural. El cine Normandie, sigue manteniendo hoy su importante rol en de formación de audiencias.
El contexto
Durante el periodo de estudio (1982 y 2001), el ambiente cultural de Chile, y específicamente el mundo del cine, vivía un difícil período en el cual imperaban la censura y el abandono institucional. La dictadura cívico-militar (1973-1990) desmanteló las infraestructuras de producción cinematográfica. Fueron destruidas copias de películas chilenas, disminuyeron los espacios de exhibición y desapareció el fomento del Estado a la producción de cine nacional. Las escuelas y carreras universitarias de cine fueron cerradas en los años posteriores al Golpe de Estado y se impuso el decreto ley Nº 679 en 1974, que creaba el “Consejo de Calificación Cinematográfica”, con la misión de orientar la exhibición cinematográfica en el país calificando las películas según Todo Espectador, 14 años, 18 años y Rechazada).
En 1980 con el retorno a la democracia (1990), hubo cambios cualitativos en las condiciones de desarrollo cinematográfico, pero no un retorno inmediato que favoreciera la producción y exhibición de películas. En 2001, se introdujo una reforma constitucional que consagró el derecho a la libre creación artística, y terminó con la censura. El apoyo estatal al cine fue recuperándose lentamente mediante la creación de fondos estatales para la producción, que sin embargo demoraron en fortalecer también la exhibición y circulación cinematográfica en el país.